La Casa Real española, a pesar de su enraizamiento en la tradición y el protocolo, también guarda secretos y peculiaridades que sorprenden. Uno de estos detalles reveladores fue compartido por María Zurita, prima del rey Felipe VI, durante su participación en el programa ‘MasterChef Celebrity’. Mientras preparaba sus platos en el set, Zurita confesó llevar un tatuaje en honor a su abuelo, don Juan de Borbón, un hombre de mar que adornaba sus brazos con motivos náuticos.

El comentario de Zurita suscitó la curiosidad del chef Pepe Rodríguez, quien no dudó en preguntar si su tío, el rey emérito, también estaba tatuado. «Creo que lleva un ancla», respondió Zurita, sugiriendo que don Juan Carlos I había seguido la tradición familiar de tatuarse motivos relacionados con el mar.

En cuanto al actual monarca, el rey Felipe VI, Zurita mostró menos certeza: «No se lo he visto, pero me parece que no tiene». Este intercambio reveló un aspecto poco conocido de la familia real española: su afición por los tatuajes.

La incógnita sobre si la reina Letizia estaba tatuada también surgió en el programa. Aunque se han rumoreado sobre un posible tatuaje que Letizia se habría hecho en su juventud y luego borrado, Zurita afirmó no tener información al respecto. Sin embargo, reconoció que Letizia es «muy moderna», insinuando que no sería sorprendente que llevara algún tatuaje.

Victoria Federica, otra integrante de la familia real, ha llevado esta tradición aún más lejos. La hija de la infanta Elena ha decorado su piel con varios tatuajes, incluyendo un barco en el tobillo en honor a su abuelo, así como otros símbolos con significados familiares, como tres puntos por sus padres y hermano, una concha en la muñeca en honor a su abuela, y la silueta de la isla de Mallorca en el empeine.

El hecho de que miembros de la realeza española opten por llevar tatuajes refleja una faceta más moderna y personal de la monarquía. Desde los diseños discretos de Victoria Federica hasta la posible tinta que adorna los cuerpos de otros miembros de la familia real, estos detalles revelan una conexión única entre la tradición familiar y la expresión individual.

El fenómeno de los tatuajes en la realeza española también plantea interrogantes sobre la percepción pública y la imagen de la monarquía en la sociedad contemporánea. Tradicionalmente asociada con la formalidad y la conservación de las costumbres, la realeza ahora se muestra más cercana y accesible a través de estos gestos personales. Los tatuajes no solo sirven como expresión artística, sino también como medio para conectar con el público en un nivel más humano y auténtico.

Es importante destacar que, a pesar de su estatus real, los miembros de la familia Borbón no son ajenos a las tendencias culturales y sociales modernas. Su elección de llevar tatuajes demuestra su adaptabilidad a los cambios en la sociedad y su disposición a desafiar las expectativas tradicionales.

En resumen, los tatuajes en la realeza española son más que simples adornos corporales; son manifestaciones de identidad, expresión personal y conexión con la historia familiar. A medida que la monarquía continúa evolucionando en el siglo XXI, estos detalles revelan una faceta más humana y contemporánea de la Casa Real española.

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