Rosalía, la talentosa cantante española, ha agregado un nuevo capítulo a su intrincada historia de tatuajes. Si alguna vez te has preguntado sobre la importancia de sus marcas permanentes, hoy te revelamos que su último tatuaje no es otro que la letra de una emblemática canción flamenca de Manuel Molina: «Que nadie vaya a llorar».

Esta canción, compuesta en 2014, no se encuentra en ningún álbum, pero ha alcanzado un estatus emblemático en el mundo del flamenco. Molina la interpretó por primera vez en uno de sus conciertos en Málaga, convirtiéndose desde entonces en un símbolo de este género musical.

La elección de esta frase como tatuaje por parte de Rosalía está cargada de emotividad y recuerdos. No es casualidad que la haya incorporado a su piel, ya que la cantante ha demostrado su profunda conexión con el flamenco en varias ocasiones. En 2017, antes de su reconocimiento internacional, incluyó la canción en el repertorio de su gira del disco «Los Ángeles», mostrando así su respeto y admiración por Manuel Molina y su legado en la música flamenca.

Pero este último tatuaje no es el único adorno corporal que Rosalía lleva con orgullo. Otros de sus tatuajes incluyen un mandala en el empeine de su pie derecho y un broche de una liga en su pierna izquierda. Cada uno de estos tatuajes tiene su propio significado y representa una parte importante de la identidad artística y personal de la cantante.

Rosalía no es solo una «motomami», sino una verdadera reina de los tatuajes. A lo largo de los años, la cantante ha ido adornando su cuerpo con nuevos diseños, cada uno con significados fascinantes y profundos.

Mientras continúa con su gira por Nueva York, los fans han notado un nuevo tatuaje en la espalda de la catalana que ha despertado gran curiosidad. La frase «Que nadie vaya a llorar el día que yo me muera, es más hermoso cantar aunque se cante con pena» adorna su piel, llevando a todos a investigar el motivo y el origen de este enigmático mensaje.

Resulta que esta frase proviene de la canción «Que nadie vaya a llorar» de Manuel Molina, un ícono del flamenco. Compuesta por el artista en 2014, esta canción no formó parte de ningún disco, sino que fue interpretada por primera vez durante un concierto en Nerja (Málaga).

Pero, ¿quién fue Manuel Molina? Conocido como «el tío Manuel», Molina fue uno de los compositores flamencos más destacados de su generación. En 1972, formó el famoso dúo Lole y Manuel con su exmujer, Lole Montoya. Juntos, lanzaron más de cinco álbumes, dejando un legado indeleble en el mundo del flamenco. Su hija, Alba Molina, continuó el legado musical de la familia, grabando una versión de «Que nadie vaya a llorar» en 2019.

Curiosamente, Rosalía ya había mostrado su admiración por Manuel Molina anteriormente. En 2017, antes de alcanzar la fama internacional que tiene hoy en día, incluyó la canción en el repertorio de su gira del disco «Los Ángeles», demostrando su profundo respeto por el talentoso compositor.

Este nuevo tatuaje no solo resalta el estilo distintivo de Rosalía, sino que también sirve como un homenaje emotivo a la rica historia del flamenco y a la influencia perdurable de Manuel Molina en la música española y en la vida de la propia Rosalía.

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