Historia y origen de los piercings

Hay muchas teorías sobre la historia y el origen de los piercings. Y es que la perforación de las orejas, boca o nariz para colocar adornos es una práctica antigua que se ha mantenido viva hasta día de hoy.

Una de las historias y la que más se acerca a la realidad según estudios hechos a lo largo de los años por historiadores, es que el origen de estos adornos estaba relacionado con diferentes rituales de iniciación a la vida sexual o a la vida adulta en sociedades tribales.

Otras teorías que existen mencionan que para los mayas y aztecas el piercing tenía fines religiosos y que para los egipcios e indios, perforarse diversas partes del cuerpo era su seña de identidad con respecto a las jerarquías sociales. Y sin embargo, en la época de los romanos, así como pasa en la actualidad, las perforaciones corporales fueron asunto de vanidad, simples adornos.

Durante el siglo XIX el uso de estos adornos llegó a ser discriminatorio, muy lejos del valor que se le daba en la antigüedad.

Uso, historia y origen de los piercings

Se piensa que el motivo de relacionar el uso de perforaciones con la iniciación en la vida sexual o la llegada de la vida adulta, se debe a la capacidad de tolerar el dolor, tanto en situaciones físicas como emocionales, aumenta. Por ello, se conmemoraba esta transición con la realización de piercings. 

Como ejemplo, está la práctica de las tribus de Borneo, donde los hombres se hacían perforaciones en los genitales masculinos y llegando la adolescencia se colocaban implantes de hueso en el glande.

Igual que los tatuajes, en algunas culturas, el piercing está asociado a técnicas decorativas o a prácticas religiosas. 

Por ejemplo, en la cultura maya, los nobles, también llevaban a cabo estos rituales perforandose lengua y genitales, mientras que los devotos más fieles se perforaban la piel en festividades religiosas. Con ello, creían romper los límites del ego, para alcanzar otros estados de conciencia. 

Los indios americanos compartían el mismo concepto místico y realizaban danzas suspendidos mediante artilugios que se atravesaban en la piel.

El paso del tiempo fue transformando la práctica y se ha encontrado material de prensa de la época victoriana donde se llegaban a mencionar la existencia de piercings con joyas en los pezones y el pene.

Del siglo XIX a la actualidad

Hay poca información sobre los piercings en el siglo XIX y principios del XX pero existen pruebas que dicen que los piercings en la lengua, los pezones y los labios eran comunes en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial.

Con el renacimiento de técnicas decorativas corporales, llamémoslo tatuajes, el piercing volvió a coger fuerza, sobre todo gracias al movimiento punk en la Europa de los años 70, quienes lo mostraban como medio de provocación y con la que expresaban su disconformidad con la sociedad. 

Desde entonces, la evolución del mundo del tatuaje y del piercing ha evolucionado hasta colocarse al nivel de ser una de las industrias que más ha crecido, y que más seguidores ha ganado alrededor del mundo. 

También hay que mencionar prácticas actuales como el implante de objetos bajo la piel para modificar la superficie así como las quemaduras o cicatrices decorativas, augurándoles un gran éxito entre los aficionados a las modificaciones corporales.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *